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Hacia la Cima

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Durante mi estancia como profesor para nepalís en India, algunas noches entre té y té, disfrutaba de charlas sobre el Himalaya. Fábulas del Nepal sobre el origen del mundo, de la cascada que nace el Ganges desde la cabellera de Shiva y también de las hazañas de los sherpas que conocen hasta el más mínimo secreto de la cordillera más impresionante de nuestro planeta. Casi todos decían lo mismo: el Everest es el más alto, pero no es el más difícil de ascender.

Yo creo que a ti te pasa lo mismo con el subjuntivo. Crees que es lo más complicado del español y no lo es. Es el que tiene más fama, más libros y horas de enseñanza dedicadas a él, pero no es lo más difícil de mi preciosa lengua. Es por eso que en este artículo quiero desmitificarlo.

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En mis clases yo oigo de mis chicos: “es que el subjuntivo no existe en mi idioma”¿Sabes? El chino no conjuga, todos los pronombres acompañan al infinitivo. El japonés no tiene tiempo futuro ¡no! Sin embargo, todos los japoneses estudiantes de lengua extranjera estudian el futuro. El indonesio no tiene una regla para los plurales, simplemente repiten dos veces la misma palabra para indicar pluralidad. Por ejemplo casas = casa casa.

Entonces ¿si ellos aprenden temas gramaticales que no hay en su idioma maternos? ¿Por qué nosotros somos tan precavidos o desconfiados desde un principio?

También oigo quejas como “es que el subjuntivo sigue unas reglas muy cambiantes y complicadas”. No. Hay que buscar la esencia y a partir de ahí, ir haciéndolo más complejo. No empecemos por el final. Es como si quieres aprender a programar ¿sí? Hay que empezar por el “0” y “1”, pues en el subjuntivo hay que empezar por: ¿Deseo/hipótesis o hecho contrastado? Es así de sencillo: Cuando se sube a la cima, hay que fijarse dónde pisas al principio o no llegarás nunca.

También oigo excusas como “sin el subjuntivo puedo comunicarme igual, no es tan importante”. Es verdad, de hecho, te puedes comunicar incluso estando callado, pero haciendo esa trampa es como ascender a la cima en avión: sí, has llegado pero no has saboreado el proceso de los tramos más difíciles que siempre son los más satisfactorios. En realidad, en avión no subes a la cima, te suben. Tú podrás decir que has estado en la cima, pero nunca podrás decir que has subido.

¿Sí?  Además es lógico, todos tenemos la misma manera de percibir sensaciones y los mismos deseos de tener la capacidad de poder expresarlas, o cualquier situación y/o pensamiento ¿verdad? Entonces, todos podemos hacerlo con nuestra lengua materna.

Yo te invito a que compares “la montaña del subjuntivo” con otras “montañas” que hay en tu idioma. Esa es la manera más intuitiva y fácil de aprenderlo. Prueba de traducir frases de tu idioma materno al español y viceversa. Tú mismo te crearás tu propio código y tu propio sistema para comparar tu idioma con el español. Sé que a veces da miedo porque se confunde el presente y el pasado, y da vértigo, pero el vértigo es algo psicológico… Mucho menos fuerte que la satisfacción de ver la mirada de complacencia y satisfacción de un local hispanohablante cuando te oye conjugar y expresar tus emociones en español. Hay un grado de honestidad y respeto en ese momento que vale la pena el esfuerzo de subir y bajar las veces que sean necesarias la montaña más alta del mundo… que recuerda, no necesariamente es la más difícil. ¿Subimos juntos?

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