[vc_row][vc_column][vc_column_text]Hace unas semanas, en este mismo blog hablaba sobre el “idioma universal: la música”. Pues hoy sale la newsletter número 10 y el tema entorno al que gira es sobre 10 canciones específicas que ayudan, sin duda, a mejorar las áreas de: comprensión auditiva, fonética, vocabulario e inmersión en la cultura hispanoamericana… todo esto e incluso más: la alegría y las emociones que generan estas diez composiciones que hacen que la gente cada vez más y más, se enamore de nuestra cultura y por supuesto, de nuestra lengua también.
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Al principio del vídeo planteo una pregunta que muy superficialmente abordé en aquél audio-artículo que he mencionado antes: ¿por qué nos acordamos de canciones de cuando éramos niños, pero no nos acordamos de un chiste que nos contaron hace 3 días o incluso menos?
Carles, el músico y propietario de la mejor tienda de instrumentos musicales de la zona, en una corta entrevista de este vídeo, plantea los conceptos de memoria a corto y largo plazo. Su punto de vista es inapelable y así funciona nuestro cerebro. Sin embargo, a mí me gustaría hacer hincapié en la memoria emocional y sabiendo que este tipo de memoria siempre tiene un doble componente cognitivo y emocional; y que el cognitivo corresponde al almacenamiento de la información que retenemos, mientras que el emocional se refiere a los sentimientos que acompañan a la memoria.
Todas las emociones que se graban en la memoria del corazón son imborrables y solo hace falta buscar, en línea, testimonios de familiares de personas a las que el Alzheimer les ha hecho “felices” debido a que esos traumas grabados a fuego, su dolor ha desaparecido del recuerdo de esos enfermos, aumentando notablemente, en ese sentido, la calidad de sus vidas. Aquí es dónde la memoria que denominamos semántica, tiene su papel. Y esto es así ya que nos permite memorizar mientras que la memoria “de episodio (episódica)” nos permite recordar en qué momento aprendimos cualquier concepto. Es por esta razón, que es más probable que recordemos la letra de una canción que no el momento ni el lugar donde la aprendimos, ya que esto supone un mayor nivel de esfuerzo”.
Siempre me ha gustado imaginar que el cerebro es como un gran laberinto en el que te puedes perder en él, todo y que conoces los límites físicos que tiene.
Yo pienso que hay misterios, como la capacidad cerebral humana, que es bueno que siga siendo desconocido en su mayoría, y gozo cuando hay teorías nuevas que desmienten a las anteriores que en su día aparecieron como “la verdad absoluta”.
La batalla entre la oxitocina, molécula del amor, y Cupido es espectacularmente interesante ¿el amor es algo inexplicable o son reacciones químicas en nuestro cerebro? ¿un ateo puede creer en el amor? Estas batallas de meditación es lo que hace que tomemos la sabia decisión de “ser agua” y dejarnos llevar por la “corriente de la vida” y así disfrutar de nuestra existencia.
Todos sentimos placer cuando escuchamos canciones que son especiales para nosotros y que hacía tiempo que no oíamos, es verdad, pero también lo es cuando escuchas recomendaciones musicales de una persona que acabas de conocer, que te interesa mucho y él o ella te recomienda su grupo favorito. ¿Quizás sea por qué en las canciones recomendadas hay mucha esencia de su personalidad? Sabemos que al escuchar una canción recomendada podemos vislumbrar grandes rasgos de su personalidad y las emociones que te quiere transmitir en ese momento. Por esto y por muchos otros factores afectivos, la música es una impresionante aliada para hacernos mejores en el idioma que estamos aprendiendo.
Aquí te dejo, en dos enlaces, 20 canciones increíbles con las que agradecerás haber iniciado el aprendizaje de este hermoso idioma con el que me estás leyendo.
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