Skip to content Skip to footer

Mi España 13 – La Provincia de Alicante

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Escribo desde Denia. Un pueblo muy especial que está en la frontera entre Valencia y Alicante. Es un sitio de cine, literalmente es así porque entre otros,  Bigas Luna, de los mejores directores de cine que ha dado España, adaptó una novela titulada “Son de Mar” para rodar una película muy especial con el mismo título y en la que yo participé, apenas unos segundos (como uno de los cientos de extras) por la tremenda curiosidad de vivir un día de rodaje… y visitar esta villa costera.

¿Quieres escuchar este post? ↓

Él no ha sido el único que ha plasmado la belleza mediterránea de este enclave que sirve como puerto hacia Ibiza y que tiene un castillo curioso de visitar. Han sido y son millones de ojos los que han disfrutado de como la luz aterriza diferente en este lugar.

He decidido que mañana voy a visitar la capital, Alicante y lo haré sin pasar por Benidorm que, de hecho en la práctica, es como si fuera Gibraltar, una colonia británica dónde lo difícil es oír hablar español. Todo está diseñado para las personas senior de Europa; hasta el punto de que hay hoteles que no hospedan personas menores de edad y en muchos lugares no esperes ni que se hable español… es lo opuesto de Miami. Sí, es como un Miami español.

Hay muchísimas cosas que visitar y vivir en esta provincia. Necesitaría más de 5 audio-artículos para poder decirte dónde están estos rincones alicantinos mágicos. Pero voy a compartirte los diez que más me han gustado. ¡Empezamos!

Viniendo de Valencia, por el norte, a poco más de 10Km de Benidorm están las Fuentes de Algar que son un conjunto de hermosas cascadas y manantiales que se formaron en el cauce del río Algar. El caudal del río cambia mucho entre las diferentes estaciones, pero en la primavera y verano es posible darse un baño en las piscinas creadas naturalmente. Es una experiencia diferente, sin duda.

Alicante no es muy grande, entonces puedes dividir tu viaje en objetivos. Si es visitar pueblos que nunca olvidarás, entonces debes pasar obligatoriamente por Altea y Villajoyosa si lo que quieres es callejear y disfrutar de la inspiración de sus gentes a través de la historia para construir, reconstruir y decorar sus casas y sus calles… es de foto. Tienen la esencia blanca de la cultura mediterránea pero la combinan con colores en sus fachadas, maceteros, umbrales con colores diferentes y únicos.

Si además de disfrutar de un pueblo en sí, quieres seguir coleccionando castillos, entonces sí o sí debes pasar por Biar. Allí, no solo encontrarás la fortaleza, sino también un santuario y un acueducto sensacionales que el tiempo ha conservado muy bien.

Si quieres seguir gozando de castillos singulares no dudes en pasar por el pueblo de Castalla que, además del monumento histórico, te regala el Parque Natural del Xorret del Catí que es muy digno de visitar. En Sax está el Castillo de Vinalopó y en Villena, a mí me encantó el Castillo de la Atalaya ya que con un poco de imaginación puedes sentir que estás en la Edad Media. En todos no solo impresiona la construcción en sí, también el entorno natural.

Casi todos los castillos son de construcción árabe. La influencia de esa civilización es enorme en esta comunidad. De hecho, los prefijos “Al” y “Ben” vienen del árabe y si vas leyendo los carteles de tráfico, verás que esta provincia tiene muchas poblaciones con esos prefijos, sin ir más lejos, Alicante y Benidorm.

Curiosamente, la arboleda más sorprendente de toda esta comunidad está en una ciudad: el palmeral de Elche. Algunos dicen de Elche que es la auténtica capital por su popularidad y otros dicen que no, pero todos coinciden que el palmeral es un oasis especial en este país.

Cerca de allí, hay un pueblo, Crevillente, que posee una tetería que, para mí, es la más bonita de España. Entre huertos, chalets de fin de semana y perdida de todo hay una finca inmensa que se ha convertido en una “embajada” del Magreb. Entrar allí es como visitar Marrakesh. De verdad que es para verla, y vale la pena invertir una tarde para refrescarse allí con un té con menta auténtico.

Por supuesto, si quisieras refrescarte más aún, lo podrías hacer en una de las muchísimas calas que hay por todo el litoral de la provincia. Las hay nudistas y no nudistas. Yo te recomiendo, de los no nudistas, las calas de Cala Barraca en El Portitxol y Cala Granadella. En ellas siempre he encontrado un espacio de intimidad y reposo entre las rocosidades que rodean estas entradas de mar.

Por último déjame compartirte un lugar que, todo y que lo visité hace tiempo, parece como si lo hubiera hecho ayer: las Cuevas de Canelobre. Son unas cuevas en la falda de la Sierra del Cabezón de Oro que se encuentra sin duda, en uno de los parajes naturales más impresionantes que ver en Alicante. Tampoco está muy lejos de Elche y en 40 minutos en coche te encuentras ante esta concavidad natural con una bóveda interior que parece la de una catedral, no te exagero. Esta parte del país tiene esto, que combina cuevas y sierras naturales de tal manera para que nuevamente tengas la emoción de volver.

Ahora sí, poco a poco voy a la capital a disfrutar de unos amigos de Alicante. Lo más bonito es que estos amigos todavía ni los conozco ni sé quienes son, pero me juego una mano que cuando salga de la capital, tendré amigos recientes que aparecerán durante mi estancia. Son muy hospitalarios. Ya te lo contaré…

[/vc_column_text][vc_empty_space height=”17″][/vc_column][/vc_row]

Go to Top
Ir al contenido