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Mi España 19 – La Ciudad de Granada (I)

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La primera vez que pisas Granada es similar a hacerlo en Agra-India. Sabiendo que lo que te ha llevado allí es una creación humana y única. Digna de ser finalista del jurado de las 7 Maravillas del mundo y de largo, el monumento más visitado y fotografiado de España. Sí, estoy hablando de ese palacio nazarí levantado con una exquisitez alta durante varias décadas: La Alhambra. Excepto a los universitarios y a los granadinos que regresan a visitar a sus familiares, el resto, todos programamos nuestra estancia en la ciudad a expensas de la visita de este monumento.

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La visita hay muchísimas formas de hacerla: con guía, sin él, por la noche o dividiéndola en más de un día por ejemplo. Yo, la última vez que la hice a título personal (ya que la última fue en un tour privado con mis estudiantes de inmersión) la hice “viajando en el tiempo”. Es decir, “viajé” a la Granada de principios del s.XIV cuando Ismail I decidió construir un palacio y unos jardines en la zona de los Arrayanes. Creo que es la mejor manera de ver el monumento: no como joya independiente. Algo así como ver un collar de diamantes en conjunto con los pendientes, anillo y vestido. Es por eso que recomiendo visitar la parte de la ciudad contemporánea a La Alhambra: El Albaicín, los baños árabes, Sacromonte con sus cuevas, el Paseo del Darro o El Paseo de los Tristes. Al visitar estos lugares, sobre todo el Albaicín puedes entender y mucho como era esa sociedad. Si lo paras a pensar, para conocer Escocia no solo valdría visitar los castillos u hoy en día, sería algo así como visitar la Casa Blanca y creerte que tienes la información necesaria para saber como es la gente del este de EE.UU.

Caminar por el paseo del Darro, en días festivos o meses de turismo, no es el paseo más placentero. Es verdad que es la vía más pintoresca para unir la ciudad moderna con la zona “arabesca” pero no vas a estar ni un solo metro sin gente a tu alrededor… todo es cuestión de gustos, la gente sigue yendo a Las ramblas de Barcelona en hora punta ¿no?

Disfruté más en El Paseo de los Tristes, ahora llamado del Padre Manjón, que tomó el nombre porque era el paseo al cementerio y eso significa que, por su trazado,  tiene más posibilidades que no tengas la aglomeración. Pero lo mejor en Granada no es qué ver sino cuándo verlo. Otoño, invierno y primavera son los menos intensos en cuanto a visitantes y eso hace que tu paseo por el Albaicín sea recibido por sonrisas y no por miradas un poco cansadas de los vecinos de ese barrio cansados de que los turistas los miremos a ellos y a sus casa como si fueran animales del zoo y sus jaulas. No es una sensación agradable. Todo y eso, hay que reconocer que observar como ellos se mimetizaron con la naturaleza, es digno de curiosear. Algunas de esas cuevas habitadas, ahora, organizan espectáculos de flamenco dónde los “bailaores” lo hacen delante tuyo literalmente y no en un escenario. La sensación es algo inolvidable para los millones de extranjero que la han experimentado ¡Olé!

Hay otra Granada, la que creció a la sombra de La Alhambra y que, para mí, contiene unas experiencias magníficas como por ejemplo los baños árabes, visitar la Catedral y ver donde están enterrados los reyes más influyentes en la historia de este país, como fueron los Reyes Católicos y que, a contra pronóstico, decidieron reposar eternamente en la última ciudad que se resistió a la reconquista.

Sin embargo, la otra Granada a la que me refiero es a la de la calma, de la risa, de la fiesta y de las mejores tapas del mundo. No conozco a nadie que haya comido mal o poco en Granada. No hay ninguno de mis estudiantes que me haya dicho “pues no me lo pasé especialmente bien en Granada”. El granadino es un enamorado de la conversación, es hospitalario y extrovertido. La ciudad además, cobija muchísimos estudiantes de todos los lugares de España que hacen de este rincón andaluz cómo uno de los mejores destinos de mi país para practicar español.

La verdad es que no sé hacer mañana ¿salgo para Málaga o recorro otra vez la ciudad y te lo cuento?

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