[vc_row][vc_column][vc_column_text]Visitar Sevilla te da la oportunidad de revivir la historia de esta milenaria ciudad simplemente paseando por sus distintos barrios. Sevilla fue creada y creciendo debido al río Guadalquivir. Entonces, no es mala idea hacerte tu plan teniendo en cuenta este hecho: seguir el río.
Esta ciudad, una de las más populares de España, para mí la que más después de Madrid y Barcelona, tiene tesoros increíbles. Podrías estar días y días recorriendo su casco antiguo que es el más grande de España y el sexto de Europa (en realidad, los 5 primeros son de Italia, es decir que sería el más grande del resto de países).
¿Quieres escuchar este post? ↓
La Sevilla que me gusta es similar a la Valencia del Barrio del Carmen, el Madrid de Malasaña o la Barcelona de Gracia: barrios que te aíslan de la urbe y te hacen sentir como en un micro-clima. En realidad Sevilla – y Andalucía en general – es una zona sin edificios altos y esa sensación es fácil de conseguir. De hecho, en Sevilla, el edificio más alto está en La Cartuja, muy lejos del centro y eso es el porqué de esa sensación de pueblo.
La visita a esta urbe dependerá y mucho de la época del año, aquí hace mucho calor en primavera y verano, en Semana Santa hay muchísima gente y lo mismo en la Feria de Abril y otros puntos del calendario. Por eso, elige bien el momento de venir porque la ciudad puede darte una impresión muy distinta dependiendo del momento escogido.
Dormir en Sevilla no es caro. SI buscas bien por el casco antiguo, por la zona de El Alcázar, podrás encontrar hostales interesantes y limpios (otra cosa es que sean silenciosos) y si cruzas el río, en la fascinante Triana, hay muchísimos también. Además en las plataformas de alquiler de hospedaje por particulares hay mucha oferta sin duda.
Hablando del barrio de Triana, en la capital andaluza, me gusta viajar por barrios más que por monumentos. Yo me dividiría la ciudad en “x” zonas y las visitaría intensamente, quiero decir con intensidad, como si se tratara de distintas ciudades. Triana por ejemplo, es como si fuera otra Sevilla y de hecho, muchos dicen que este famoso y artístico barrio es una ciudad diferente. Es decir, que tiene identidad singular.
Si sigues el ritmo del barrio podrás encontrar un bar dónde escuches flamenco en directo y mucho más auténtico que los tablaos “for tourists”. Y lo mismo con todo. Si miras hacia dentro del corazón de la ciudad, encontrarás gente abierta y con la que quién sabe, a lo mejor terminas en una fiesta de barrio o privada, tomando rebujitos (vino sevillano fresco) y tapeando tapas “de verdad” o compartiendo la tarde con un artesano donde seguramente comprarías un recuerdo más auténtico y no “made in China”.
Esta ciudad tiene historia para dar y vender: Íberos, romanos, bárbaros, musulmanes, judíos, cristianos, colonización, revolución industrial.. lo que quieras. Es decir, no te van a faltar monumentos que admirar, mirar y fotografiar, no. Pero lo importante es saber el porqué los hicieron y cuándo. Eso te hará entender más a la gente sevillana y entonces sí que te enamorarás para siempre de Sevilla.
No importa si te organizas tu visita por temas, barrios o días. El resultado es espectacular. Si lo que deseas es disfrutar de la arquitectura histórica, Sevilla es un auténtico museo al exterior: La Plaza de España, La Giralda, La Catedral o la Iglesia de la Caridad, la Torre del Oro y el Monasterio de La Cartuja son prueba de ello. La experiencia será más intensa dependiendo de cómo la visites. Por ejemplo, puedes ver la Torre del Oro caminando o desde una barca navegando, Puedes hacer una visita normal al Teatro Central o disfrutar de sus espectáculos de flamenco cada jueves ¿sí? Esa versatilidad también te la da Sevilla.
Si el sol te lo permite, entonces pasea y disfruta de jardines y parques como el de Maria Luisa, los Jardines de Los Reales Alcázares, Las Setas de la Encarnación y a su misma vez, disfrutar de tomar una bebida y tapa por sus jardines o cerca de allí como en El Rinconcillo o la Plaza San Pedro. No hay fallo.
A mí me gusta mucho el Barrio de Santa Cruz, para mí, junto con el de la ciudad catalana de Girona, es el barrio judío mejor conservado y auténtico. Además, muy cerca están las plazas de San Francisco y Nueva que con la del Ayuntamiento, forman un trío interesante.
Hay buen tapeo y ambiente en la Puerta de Jerez y Parque del Alamillo para disfrutar de las terrazas dependiendo de la hora y el mes. Yo me dejaría caer por allí y sí o sí, para terminar mi tour, disfrutar de Triana como mínimo un día entero.
¿Cuántos días en Sevilla? No sé… lo que digan tus sensaciones. De todos modos, una vez hayas pisado Híspalis, como la llamaban los romanos, ya estará para siempre dentro de ti.
Es momento de salir de esta provincia en dirección norte, voy a Córdoba poco a poco, y observando el camino por si hay algo irresistible que conocer… ¿Te vienes?
[/vc_column_text][vc_empty_space height=”17″][/vc_column][/vc_row]