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Mi España 4 – La Ciudad de Girona

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Entro en la ciudad de Girona todavía con la salitre de la Costa Brava en mi piel. Girona es lo contrario a Barcelona: ni tiene montaña ni tiene mar. Todo gira en torno al Río Onyar y de hecho, no sé porqué pero todos acabamos en alguno de sus puentes contemplando las casas construidas y reconstruidas por los siglos en sus orillas y sus reflejos en el agua.

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De hecho, cada uno de los puentes tiene su historia: uno rebosante de candados puestos por eternos amantes del amor, otro que es hermanastro de la Torre Eiffel, otros que te ofrece unas vistas de como si unas ramblas de tratase y así uno por uno.

La TV le ha hecho mucho daño o mucho bien a esta ciudad. Como se quiera ver: su Barrio Judío es tan auténtico que ya no lo será nunca más. El ser escenario de Juego de Tronos – Game of Thrones hizo que la llegada masiva de turistas le quitara el glamour, aunque ve y díselo a los comerciantes a ver que opinan. La verdad es que la espuma se ha desvanecido y ya es casi como antes dónde realmente pasear por la judería “El Call” era como retroceder 400 años de golpe ya que es el barrio sefardí mejor conservado de Europa. Antes o después te recomiendo que pasees por los baños árabes y después descanses en  las escaleras de la catedral. No sé, el viajero que pisa Girona es diferente al de Barcelona. No digo mejor o peor, pero no chilla tanto, ensucia nada y sonríe mucho. Es un relax constante y además, cuando es El Corpus o alguna otra fiesta religiosa en la que la ciudad se engalana, la ciudad se decora de una manera respetuosa con la piedra, algo así como una persona que se maquilla lo correcto, ni más, ni menos, para resaltar su belleza natural.
En esta ciudad vas a tener la sensación de que es un pueblo grande. Si vas por el Paseo Joanna hacia las murallas, sabrás de lo que te hablo. Además, pararte a comer en algunos de sus muy variados tipos de restaurantes de cocina local, es un éxito asegurado y muchísimo más económico que hacerlo en Barcelona.

Si quieres volver al siglo XXI para tomarte algo o quizás para comer específicamente, salte un poco del centro histórico y pregunta por la Rambla de la Libertad, que combina edificios históricos con otros modernistas, que también tienen sus siglos, pero que, sobre todo, destaca este paseo porque tiene unas personas maravillosas. Eso también lo tiene Girona, la conversación siempre tiene lugar y, con el pretexto de preguntar por cualquier dirección, puedes conseguir un intercambio de experiencias con cualquier inquilino de barra que, con mucho gusto, te contará dónde come el mejor embutido, pan y pescado recién llegados del Mediterráneo vecino.

Además, la estación de tren es muy conveniente porque puedes ir a dónde quieras, incluido a París, en tren sin salir de ella. Sí, el sistema de comunicación es casi perfecto y tanto los buses como los trenes, nacen y mueren en esta bendita ciudad. Por cierto, nunca te he hablado de BlaBla car, es un sistema perfecto para ahorrar dinero y ganar conversación para practicar español. ¡¡Sí!! Es una aplicación en la que las personas que van a realizar algún viaje solos, comparte su trayectoria e invitan a gente que, por un poco de dinero, pueden viajar con ellos. Es decir, te encuentras con 3 o 4 anónimos con los que tener conversación a la vez que por muy poco importe, te desplazas seguro y rápido.

Girona es un buen sitio para re-orientarse, ahora debo decidir si irme a Lleida o a Tarragona… ummm, creo que me voy a Lleida porque es tan desconocida como auténtica. ¡Sí, decidido!.

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